lunes, 8 de septiembre de 2025

VERANO Y BOLAÑO

Últimos días del verano, cae la tarde de un día templado y bonancible que se ha metido en borias -quizás las cabañuelas-, y deja caer unas gotas, gordas y ruidosas que refrescan el ambiente.

Pienso que hay que preparar leña para el invierno, aunque quizás no sea necesario si el cambio climático sigue haciendo de las suyas, aguardaremos hasta ver que cara trae el otoño.

Recuerdo con nostalgia los días pasados en Blanes, ese precioso pueblo de la Costa Brava que fue patria de Roberto Bolaño durante un tiempo y que solo ha tenido con él el detalle mínimo de dedicar a su recuerdo una sala de la biblioteca pública que visitaba con frecuencia. Gerona, sin embargo, le dedicó una calle.

Bolaño tuvo mala suerte con su hígado que le impidió cumplir los cincuenta y uno en el 2003, a pesar de lo cual dejó tras de sí una importante obra poética y narrativa sin contar con la torrencial novela 2666, cuyo título parece una referencia al nombre de la bestia en la que cree tanta gente. Fue un chileno comprometido, además de con la literatura, con la política de su país, al que viajó para sumarse al movimiento de Allende y tuvo la mala suerte de encontrarse con Pinochet cuando llegó después de atravesar Méjico con medios precarios y toda suerte de fatigas. Para nosotros fue una suerte porque eso lo trajo a Cataluña, primero al Raval de Barcelona y luego a Blanes donde vivió -junto a su mujer, sus hijos y las estrecheces que lo persiguieron siempre-, sus últimos años. Nos dejó un hermoso patrimonio –Los detectives salvajes, El gaucho insufrible, Sensini, La literatura nazi en América, Estrella distante y otras varias que no cito…, artículos y cuentos- del que le seremos deudores para siempre.

Si tuvo suerte -y justicia- con los premios que reconocieron su calidad literaria –Herralde (1958), Ciudad de Irún, Kutxa Ciudad de San Sebastián, Municipal de Santiago de Chile, Salambó (póstumo)….- que paliaron en los últimos tiempos sus dificultades económicas.

Nostalgia veraniega, nostalgia literaria…